SANDOR MARAI- LA EXTRAÑA

Siempre he visto ( y comprendo que es esta una apreciación muy personal) las novelas de Marai como cuadros : nacen de una imagen nitida, , preciosa , el hombre que espera en El ültimo Encuentro, la mujer que entra en el restaurante en La Mujer Justa,... y desde ahí, los personajes, con la lentitud de un despertar, van protagonizando sus historias que en muchos casos son ya pasadas, con lo que el velo del recuerdo se une a los colores pálidos del entorno.
Sus narraciones son siempre precisas, su prosa siempre elegante , y sus textos siempre ligeramente melancólicos. Como si su autor , muchos años antes de su suicidio , mirase ya a los seres humanos con la distancia de un adios próximo.
La Extraña parte de un hotel de verano, un cuadro delicioso, irónico , en el que sorprendentemente individualizamos desde un gesto al personaje menos llamativo. Este a nuestro ojos comienza a crecer hacia un interior complejo, a veces incomprensible y cercano sino inmerso en la locura.
Este viaje es por momentos quizás demasiado denso. Disfrutando de todas las virtudes de Marai, echo en falta más color, e incluso el escenario fantásticamente retratado de los primeros capítulos crea unas expectativas que luego se dirigen a otro punto.
De todas maneras, siempre es Marai , y además del cuadro de partida , encontramos escenas desmenuzadas, memorables. En esta obra hay dos que me parecen inolvidables :
La aparición de la extraña en la escalera pidiendo la llave de su habitación.
Y la visión desde el barco de la detención del demente con el cruce de miradas , tanto en si misma como por el valor de extraño reconocimiento del que luego somos conscientes.
Narrar la locura nunca es fácil, Marai consigue evitar la obviedad, esas referenciales al sonido, a la distancia.... merece la pena sumergirse en esta narración, aunque por momentos cueste.

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