EL INTERCAMBIO de Clint Eastwood

La carrera de Clint Eastwood como director ha sido ya ampliamente comentada : un trasunto de heroe implacable , un poco fascistoide, accede poco a poco a nuevos argumentos, a historias más complejas, en principio centradas en los géneros que le llevaron al éxito ( En la cuerda floja, El jinete pálido o la excelente Sin perdón ) para , sin que nos demos casi cuenta, convertirse en un narrador que desde un modelo clásico es capaz de afrontar cualquier historia.
Así le debemos ahora relatos sobre la pérdida de la inocencia como Un Mundo Perfecto, arrebatos de romanticismo como Los Puentes de Madison, thrillers oscuros como Mistyc River o la desmitificación del género bélico en el magno díptico sobre Iwo Jima.
Muchas de estas películas me parecen absolutas, todas tienen algo y es importante destacar que el marco es siempre el mismo: un país grande, vasto, plural, inseguro y sólido.
El Intercambio parte de un hecho atroz, una vez más de una historia real que commocionó a la opinión pública americana y destapó la corrupción policial en ese Camelot que era Los Angeles en su era dorada.
Una gran historia americana de lucha contra el sistema en manos de una mujer sola y en apariencia débil, ayudada de algún alma caritativa en forma de abogado o periodista. En esta película hay varios juicios, visitas a hospitales mentales, mucho sufrimiento... en definitiva no falta nada. Se ajusta perfectamente al modelo clásico, lo desarrolla con fluidez y está perfectamente contada, vestida, interpretada.
En el fondo hay un relato terrible, un Hamelin trágico, un ogro monstruoso, un cómplice aterrado , unos Hansels y Gretels sacrificales......... Pero el director opta en este caso por limar las aristas. Le interesa más la historia de su heroina que la de la inocencia destrozada. Esta vez prefiere contar la historia de redención, de lucha, dejar en definitiva el espacio para los heroes.
El resultado es correcto, clásico, absolutamente disfrutable a pesar de sus más de dos horas. Es una opción.
Echo de menos la oscuridad, aunque tal vez en este caso sería tan dura que se haría difícil soportarla.

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