EL RETORNO DE ULISES A LA PATRIA de Monteverdi / TEATRO REAL

La partitura de esta ópera barroca es absolutamente fascinante, desde sus recitativos a las arias o duos y tríos llenos de recovecos, serpentinas, curvas y constantes sorpresas en forma de melodía.
Se supone que William Christie es uno de los mayores expertos en Monteverdi y así lo confirma una batuta magistral.
Hay voces preciosas, todas capaces.
Pero para bien o para mal, la ópera es también teatro y es necesario hablar de la dirección escénica como uno de los elementos importantes en cualquier representación:
Pier Luigi Pizzi es un clásico para el Teatro Real, entre sus producciones ha habido de todo pero empieza a agotarme, o a estar agotado, y en este Ulises da muestras de elevado cansancio.
Empezamos con un más o menos divertido tableaux vivant , con elementos no demasiado originales pero válidos y estéticamente encajados . Pero no es nuevo y, consecuentemente, si no se incorporan hallazgos, la dirección va quedando en nada. Y eso es lo que ocurre al final del primer acto, cuando las escenas se superponen con poco cuidado y nula aportación a lo narrativo.
Del segundo acto prefiero no hablar: un feísimo palacio, un ¿ ballet?, un absoluto desorden de movimientos, un toque gore y, sobre todo, un arbol ¡ que arbol en llamas! superado en cualquier función de fin de curso.
No recuerdo una representación donde musica y escena fuesen tan dispares en su logro.
En este caso el de la música es tan alto que , gracias a Dios, hace olvidar todo lo demás.

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