Adoro a este escritor.
Francamente, es casi algo personal, pero su prosa me parece literariamente golosa, cada una de sus novelas responde en estilo a su propuesta narrativa y hay una continua sensación de amor hacia lo que se cuenta.
Es literatura gruesa, clásica , sólida.
Y siempre muy hermosa.
Hasta estos túneles, mi favorita era la apasionante El Corazón Inmóvil, ahora ya no lo sé.
Los Túneles del Paraiso es una novela histórica que recoge, a pie de tierra, las obras de ferrocarril en el tramo Salamanca / Portugal iniciadas en 1881.
Egido parte de un prólogo precioso y poco a poco nos va situando en un entorno de western oscuro, de realismo trágico cruzado por vías de leyenda, en el que , aunque con nombres propios e historias individuales, los personajes se mueven como un conjunto de condenados, una manada de Sísifos para una obra que un siglo después devenirá en inútil.
Son muchos los acontecimientos que transitan estas páginas , algunos interiores, privados, pequeños; otros brutales, colectivos. Unos de amor y humor , otros de desengaño y muerte.
Conocemos traiciones, cobardías, heroismos de juguete y necesidades; pero de algún modo , siempre nos encontramos cerca de los deseheredados.
Y concluimos el largo trayecto con una sensación de tristeza, la que siempre nos deja la injusticia.
Gracias a Dios también ellos tienen cronistas, tan capaces y comprometidos como Egido. Y por ello, nunca serán olvidados.
Público
Francamente, es casi algo personal, pero su prosa me parece literariamente golosa, cada una de sus novelas responde en estilo a su propuesta narrativa y hay una continua sensación de amor hacia lo que se cuenta.
Es literatura gruesa, clásica , sólida.
Y siempre muy hermosa.
Hasta estos túneles, mi favorita era la apasionante El Corazón Inmóvil, ahora ya no lo sé.
Los Túneles del Paraiso es una novela histórica que recoge, a pie de tierra, las obras de ferrocarril en el tramo Salamanca / Portugal iniciadas en 1881.
Egido parte de un prólogo precioso y poco a poco nos va situando en un entorno de western oscuro, de realismo trágico cruzado por vías de leyenda, en el que , aunque con nombres propios e historias individuales, los personajes se mueven como un conjunto de condenados, una manada de Sísifos para una obra que un siglo después devenirá en inútil.
Son muchos los acontecimientos que transitan estas páginas , algunos interiores, privados, pequeños; otros brutales, colectivos. Unos de amor y humor , otros de desengaño y muerte.
Conocemos traiciones, cobardías, heroismos de juguete y necesidades; pero de algún modo , siempre nos encontramos cerca de los deseheredados.
Y concluimos el largo trayecto con una sensación de tristeza, la que siempre nos deja la injusticia.
Gracias a Dios también ellos tienen cronistas, tan capaces y comprometidos como Egido. Y por ello, nunca serán olvidados.
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