OPERA: LA ITALIANA EN ARGEL de Giacomo Rossini


Tras las deserciones masivas provocadas en el Teatro Real por Lulú, esta italiana parece una apuesta más convencional y más segura.
Enmarcada en el subgénero de Opera Bufa, esta recreación a ratos hilarante del Imperio Otómano, no presenta grandes riesgos, ni en su asumido clasicismo ni en su acertada puesta en escena.
Generalmente la Opera Bufa termina cansándome y más si, como en este caso, el argumento del segundo acto es de una bobería ejemplar.
Sin embargo hay dos factores que convierten esta representación en absolutamente recomendable:
Por un lado, me parece una excelente decisión encargar a Joan Font la dirección de escena; este hombre de color y movimiento, de representación y falla, nos regala un montaje vital, hermoso, colorista, burlón y exagerado, lleno de imágenes absolutamente logradas. Creo que Font es como Ruiz de la Prada a la moda , de acuerdo que puede llegar a cansar pero...
... Ahí está el segundo factor de éxito: la maravillosa música con la que Rossini nos cuenta este largo chiste, absolutamente brillante, deliciosa, culebrera.
He visto a mis vecinos de butaca reirse en el Real.
Es sano.
No sólo reirse sino hacerlo rompiendo la solemnidad de un sitio donde no demasiado a menudo se han oido carcajadas.
Aunque sólo sea por eso, bienvenida sea esta italiana y su papatazzi.
Público

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