TEATRO: ANGELINA O EL HONOR DE UN BRIGADIER de Enrique Jardiel Poncela


Cuando en los primeros 80 llegué a Madrid, era bastante habitual encontrar en la cartelera obras de Jardiel Poncela , de Muñoz Seca o, ya a diferente nivel, Alfonso Paso.
Tengo la sensación de que en los últimos tiempos, estos autores han quedado relegados a proyectos alimenticios tendentes a asegurar público y realizados con no demasiado mimo y cero riesgo.
Es una pena ; creo que en el caso que nos ocupa existen piezas nada desdeñables como Eloisa ..., Madre..., Las 5 advertencias... etc
Angelina me apetecía volver a verla : tenía un recuerdo vago de algún Estudio 1. Pero sólo quedaba saber que era de época y en verso.
Nos encontramos ante una obra que parodia los desaforados dramas románticos que, al parecer, copaban las tablas en época de su autor.
El problema de las parodias es cuando lo parodiado ya no existe , y eso es lo que pasa aquí.
Angelina queda por lo tanto ¿ reducida? a una farsa. Y como tal funciona aunque en algunos momentos se tenga la seguridad de que antes hacía más gracia.
El principal acierto es la producción de Pérez de la Fuente, director que en otros momentos no me gustó tanto y que sin embargo aquí da con la clave para conseguir la representación: hay movimiento, artificio, juego, y al final la sensación general es la de una de esas cajas de música que se abren y donde los personajes se mueven en un delicado baile , donde lo antiguo se convierte en estética . Excelentes las escenas de transición.
En este paisaje estoy convencido que los actores lo pasan muy bien y se nota en una entrega desmadrada, divertida , jovial, que llega al patio de butacas.
Por lo demás, es siempre gratifcante ver un teatro lleno. La preciosa Sala Verde de los Teatros del Canal lo estaba , y nadie pareció salir decepcionado.
Público

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