TEATRO: LOS CHICOS DE HISTORIA de Alan Bennett

Director : Jose María Pou
Intérpretes: Jose María Pou. Josep Minguell. Maife Gil. Jordi Andujar. Nacho Aldeguer. Javier Beltrán. Albert Carbó. Oriol Casals. Alberto Diaz. Xavi Francés. Ramón Pujol. Juan Vázquez

Ayer fuí al teatro a ver Los Chicos de Historia , un texto estrenado en Londres hace una década y que ha cosechado éxitos en todo el mundo, escrito por Alan Bennett , uno de los incontestables del teatro británico actual.
Y durante la representación , pasé por un proceso evolutivo que voy a intentar contar y que posiblemente tenga mucho que ver con la honestidad del buen teatro y con lo subjetivo de cualquier visión .
Vamos allá :
La primera media hora , tuve un choque de lejanía .
El texto era perfecto, muy bien escrito.
La interpretación absolutamente correcta.
La dirección rítmica y medida.
Todo estaba bien , pero yo me encontraba a años luz de lo que me estaban contando y no conseguía acercarme a aquella historia sobre la educación , la ruptura entre la adolescencia y la madurez , la energía y la ansiedad del aprendizaje.
Llegué a rozar el aburrimiento.
Y decidí esperar .
Poco a poco las cosas fueron mejorando y llegué al entreacto un poco más reconfortado.
Después la obra siguió hasta alcanzar las dos horas y treinta minutos y, en ese intervalo, el buen teatro ( ya lo había dicho antes , todo estaba bien ) fue poco a poco haciéndose sentir.
Y ocurrió, desde las mismas referencias:
El texto no sólo era perfecto sino que desde el punto de vista dramático estaba excelentemente estructurado, con agilidad , con recursos puntuales que no se repetían para poder transmitir toda la pluralidad de su contenido, y este estaba lleno de matices , capaces de individualizar los sentimientos y posiciones de más de diez personajes , ocho de ellos en proceso de desconcierto. Había sentimiento , sinceridad y emoción.
La interpretación no sólo era correcta sino que cada actor estaba perfectamente integrado en su personaje , asumiendo sus rasgos sin ningún atisbo de la peligrosa caricatura y alejándolos totalmente del peligro del maniqueismo fácil y superficial.
La dirección era efectivamente rítmica y medida , consiguiendo encajar los momentos de brío con la necesidad de intimidad y creando una continuidad donde no existían tiempos muertos.
En resumen . Muy buen teatro que me hizo alegrarme de haber ido, que disfruté.
Buen teatro que seguramente pudo con lo que debía de ser cansancio , o la cabeza en otras cosas , o cierta falta de identificación inicial.
Un regalo a mi espera.
Quiero terminar con un reconocimiento a Jose María Pou : todos lo conocemos como actor , cada vez más grande , imbatible . Pocos como director o versionador / traductor . Aquí también lo ha hecho con un muy buen resultado. Sin duda es un hombre de escena . Total. Una persona que ama lo que hace , que profundiza en ello. Que lo ha convertido en su vida . Como todo aquello que se hace con pasión , el resultado es magnífico y sobre todo generoso.
En este caso, por poco me apeo sin entenderle .
Nunca me lo habría perdonado ( yo, no él ).

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