CINE: FINISTERRAE de Sergio Caballero


España 2010
Producida por Sonar 2010 y Xacobeo 2010
Intérpretes: Pau Nubiola. Santi Serra
Las cosas van mejorando en nuestro país por lo que se refiere a distribución cinematográfica si una película como Finisterrae puede llegar a las salas ( aunque sea para que, como hoy por la tarde , seamos dos los que nos aventuramos a descubrirla ).
Por otro lado, hablar de Finisterrae , también sirve para reconocer los caminos de búsqueda y las diferentes opciones que se van abriendo entre nuestros creadores: en una sola temporada han convivido, junto con esta, propuestas tan dispares y arriesgadas como La Mujer sin Piano de Rebollo o Los Condenados de Isaki Lacuesta. No siempre se cristaliza en una realización redonda pero cualquier búsqueda merece la pena y terminará tarde o temprano dando sus frutos.
Aquí, digámoslo ya, nos encontramos con uno de los argumentos más marcianos de los últimos tiempos: dos fantasmas, cansados de serlo, emprenden un viaje a Finisterre con el objetivo de convertirse en humanos, si además los fantasmas son rusos ( sí, hablan ruso ) y son de los de los tebeos ( sábana blanca hasta los pies y negros ojos ovalados ) , el tema se complica y parece tener sólo cabida si debajo de esos harapos aparecen en algún momento Esteso y Pajares. Pues no, en Finisterrae hay humor, pero es un humor surrealista , lindando en el absurdo. Para no complicar más el tema, mejor no hablar de la Hippie, el Ser del Averno, la Rana y la Princesa...
En relación con las otras obras antes citadas, creo que lo primero que cae decir es que esta tiene menos poso cinematográfico, se realiza desde una creación más artística y, consecuentemente, se resiente de cierta levedad en los aspectos más narrativos a los que, por otro lado, no renuncia y consigue dotar de cierta originalidad acorde con la propuesta.
Dice su director que en el proceso de creación primero fueron las imágenes y luego el guión. Se nota.
En la parte positiva hay que decir que visualmente Finisterrae es de una belleza sorprendente , hay que ver el juego que dan dos sábanas y un caballo, que sólo es necesario situarlos en diversos parajes naturales para personalizarlos al tiempo que mantienen toda su belleza.
En ese sentido, Finisterrae sorprende por su apuesta de renunciar a modernidades pictóricas frente a la verdad de la observación.
Por otro lado, algo que todavía me hace sonreir es la absoluta ingenuidad que impregna toda la propuesta y que la dota de cierta ternura. De cierto aire de cuento , como si alguien hubiese dejado una cámara en manos de un niño.
No puedo decir que Finisterrae sea una propuesta redonda, ni que no haya tenido, viéndola, momentos de pérdida; pero el poso final es el de una obra única, de riesgo, necesitada de público y de cariño, divertida.
Me gusta pensar que estamos preparados para estas experiencias. Me gustaría que hubiese muchas más siempre que, como esta, se hagan desde el respeto al público y la pasión del creador.
Público

Comentarios

Cris ha dicho que…
La he visto en el Sonar y me pareció una excelente obra. Visualmente impecable.
Creo que la deberían llevar a las salas de cine. Cosas diferentes deberían ser ofrecidas, y no más de lo mismo.
Me he identificado mucho con tu percepción en relación a Finisterrae.

Muy buen texto!
Saludos.
Anónimo ha dicho que…
Gracias¡¡
efectivamente es una propuesta interesante , de esas que pocas veces llegan a las pantallas y que muchos echamos de menos.
Un abrazo