USA. 2010-
Jake Gyllenhal. Gemma Artenton. Ben kingsley
Para los que nos criamos, cinematográficamente hablando, en la tele en blanco y negro a partir de Sesión de Tarde ( Sábado Cine vino después, cuando ya habíamos crecido un poco ), existe una mitología plural y algo ecléctica compuesta de piratas, junglas, granjas en el salvaje oeste, indios y vaqueros.
De todas aquellas películas, unas eran muy buenas, otras peores, pero todas tenían un hueco en nuestra imaginación y de todas disfrutábamos.
Spielberg resucitó gran parte de aquellos sentimientos con sus Arcas Perdidas, en incluso Cameron y alguno de sus seguidores , no estuvieron lejos.
El Principe de Persia debe de verse en esa línea, por supuesto no entre los monumentos a recordar pero tampoco como un fiasco: es coherente, se sigue bien, es capaz de crear una galería adecuada de personajes y situaciones más o menos sorprendentes y, frente al ejercicio nostálgico de Indiana Jones, está hecha a imagen y semejanza de los niños de hoy día, es decir, con acción trepidante y espectaculares efectos.
El hecho de esté basada en un videojuego tampoco debe de escadalizaenos: otras se basaban en novelas, cuentos y comics, y ahora las referencias son mayores.
Creo que cuanto antes entendamos que la cultura no debe de ser algo selectivo sino evolutivo y acorde con los tiempos, seremos más capaces de asumir nuevos modelos de creación más libres y de los que, sin duda, saldrán obras reseñables.
No creo que una de ellas sea este entretenido Príncipe de Persia, pero era un buen momento para hablarlo.
Público
Comentarios