NOVELA: TODO ES SILENCIO de Manuel Rivas


Editorial Alfaguara
243 páginas
Existen geografías donde la realidad parece una ensoñación y adquiere la textura de los cuentos y las leyendas.
Ese lugar es sin duda el recuerdo.
Manuel Rivas siempre lo ha conseguido manejar con absoluta maestría y , así, ha dado consistencia a sombras del pasado como en El Lapiz del Carpintero, La Mano del Emigrante, La Lengua de las Mariposas... también a la infancia, más o menos remota, otorgándole una especial pátina de ternura y de tristeza elegiaca.
La primera parte de esta novela contiene sus mejores virtudes en este sentido: entre el retrato coral de un pueblo colgado al borde de un mar de tormentas, tres niños despegan entre mentiras, suposiciones y sombras, entre personajes que podrían habitar cuentos o películas ( de los que seguramente adquieren rasgos ) y teniendo como puntos cardinales espacios a los que el tiempo y el habla popular han conferido el caracter de escenarios de leyenda.
A partir de ahí, en la segunda parte, el narrador se afila y se nutre de datos y estructura de contenido casi periodístico para poner la realidad en primer plano, con tintes de thriller . Ya no existe la inocencia, el contrabardo y en general el delito ha perdido su dimensión romántica. El desenlace sólo puede ser de tragedia mediocre, porque esta vez es cosa de hombres, y no del mar o del viento. Ha comenzado el western que anunciaban las películas clásicas que se proyectaban en el cine del pueblo.
Por lo que se refiere a la prosa, en el caso de Rivas las palabras parecen adquirir forma física; cuando las profieren las personas, parecen salir de su alma y su huesos, cuando describen la naturaleza, son fruto del mar, de las rocas, de la propia tierra. Los diálogos tienen la efectividad de un disparo .
Tengo estupendos recuerdos de las obras de este autor que he citado antes, también de una pieza, no recuerdo el nombre, hecha a base de fotografías, de la novela En Salvaje Compañía y de la pieza dramática El Heroe. Los Libros Arden Mal sin embargo, considerado por muchos su obra magna, me resultó convencional, lo cual no es malo si no estuviese acostumbrado a su poesía.
En Todo es Silencio, consigue lo mejor de ambos estilos, y el resultado me parece que la coloca entre sus piezas más memorables: asistimos al descubrimiento de una infancia en tierra salvaje, pero también al nacimiento del narcotráfico en Galicia, la perversión del dinero fácil, la vulgaridad, y las guerras y ajustes de cuentas entre clanes. Pasamos de los libros con poemas sobre la nostalgia a los telediarios.
Son muchos los momentos de su lectura en que me siento inmerso en un paisaje exterior e interior único. Rivas , como los grandes, es capaz de alcanzar el mundo y hacerlo propio.
Que sea por muchas veces.
Recoemdaciones:
Del mismo autor
"¿ Que me quieres amor?"
"En Salvaje Compañía"
"El lápiz del Carpintero"
"La Mano del Emigrante"
Público

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