CINE: RESTLESS de Gus Van Sant

USA. 2011
Henry Hopper. Mia Wasikowska. Ryo Kase. Schuyler Fisk.

De pocos directores he leído tantas teorías últimamente como de Gus Van Sant; posiblemente porque existen pocos directores con una carrera tan inclasificable : quien pareció nacer como el rey del "indie" con Mala Noche y Drugstore Cowboy, sorprendió más tarde con una propuesta tan blandengue y tan falsa como El Indomable Will Hunting o marcianadas como el remake de Psicosis.
A partir de ahí, si bien ha recobrado el pulso parece que para siempre, gusta de  navegar  entre productos Hollywood como Mi Nombre es Harvey Milk , u otros tan radicales como Elephant, Last Days o Paranoid Park, a su vez tan diferentes entre si.
Bien, creo que, en lugar de teorizar, lo que hay que hacer con este creador, es dejarse sorprender, disfrutar de su obra y punto.
En este caso, nos encontramos ante un Love Story, donde la muerte adquiere un peso más presente pero que no por ello, arrincona al amor. Y con poco más que dos jóvenes que se buscan y se encuentran, y un fantasma japonés ( ?! ) nos regala hora y media de una extraña ternura.
El guión en este caso no es suyo ( delicioso guión ) por lo que su mayor aportación es el tono, y , sin complejos, opta por un romanticismo ligero, lleno de imágenes reconocibles( besos bajo la lluvia, miradas y sonrisas, carreras ) pero que, encajadas en este hermoso tapiz, consiguen que la tristeza se tiña de belleza, con un aire de cuento, de pequeña caricia que llega al corazón, de ( y sé que esta palabra puede sonar manida ) magia. Es difícil  mantener el ritmo y la poesía, narración y atmósfera. Van Sant lo consigue . El resultado es como una lágrima. Su escenario, como siempre, esos entornos urbanos que tienen siempre un borde vegetal de otoño, y donde sus personajes se mueven otorgando alma a su impersonalidad.
En fin, como he dicho antes, el guión es delicioso, lleno de pequeños caramelos, alguno un poquito ácido pero que , al masticarlos, terminan siempre en azúcar. Muerte, necesidad de asumirla, el amor como salvación, la imposibilidad de afrontar la realidad. Y de fondo, una música y unas canciones que es imposible que no nos toque el corazón.
Sé que este comentario puede parecer cursi, algo que, en alguna crítica también se achaca a la película. ¿ Y que ? para mi Restless me ha dejado el sabor de una obra maestra, pero además con la sensación de excelencia que siempre me producen las cosas pequeñas.
Lo dicho, de Van Sant puede esperarse cualquier cosa, cualquier cosa buena, quiero decir.

Público

Comentarios