CINE: UN DIOS SALVAJE de Roman Polanski

UK / Francia 2011
Jodie Foster. Christopher Waltz. Kate Winslet . Jonh C Really

Yasmina Reza se ha convertido mundialmente en una escritora teatral de culto a raíz del enorme éxito de su inteligente, lúcida y original Arte.
Un Dios Salvaje puede considerarse como una pieza paralela a aquella: un escenario cotidiano donde la normalidad se ve alterada, hasta rozar el absurdo, por un hecho que, en apariencia menor, escapa del control de sus protagonistas.Pueden vestirse a partir de ahí , tratados sobre la incomunicación, pero no me interesan; disfruto en cambio del juego escénico.
Pero cuando vi en Madrid , hace unos años, la versión que protagonizaban Aitana Sánchez Gijón y Mariber Verdú, no pude evitar sentir que aquí el artificio no funcionaba: se notaban demasiado las costuras y todo estaba alargado en el aire. Su autora conseguía, eso sí, crear cuatro arquetipos perfectamente dibujados y reconocibles, pero el andamio que los mantenía en esa especie de remedo de El Angel Exterminador, era endeble.
Polanski, a mi entender director ecléptico donde los haya, ya trabajó hace años sobre una obra teatral y, a mi entender consiguió mejorarla, me refiero a La Muerte Y La Doncella, a la que consiguió dotar de una atmósfera enfermiza y de una humanidad que quedaba demasiado conceptual en el texto.
Aquí consigue lo mismo, y así me gusta más Un Dios Salvaje película que Un Dios Salvaje obra de teatro. Para empezar dura menos ( y en el cine no existe entreacto ) con lo que todo está más concentrado, y además se crean focos absolutamente potenciados como las llamadas telefónicas o el whisky. Polanski asume el artificio y lo maneja como tal. Sabe que hace teatro. Y sabe que reirse es muy sano, con lo que utiliza el camino del humor.
No consigue, porque eso sería imposible, dotar de naturalidad la anécdota, pero sí que funcione como artefacto. A ello ayudan sus cuatro intérpretes únicos, las cuatro columnas sobre las que se asienta esta construcción; si todos ellos ya habían demostrado sus cualidades por libre, juntos son capaces de dotar de humanidad y furia sus papeles, y el guiso es único; verlos y escucharlos es una gozada.
El resultado final, divierte, puede sorprender y demuestra que la idea de que "el libro" siempre es mejor, es otro tópico.

Público

Comentarios