CINE: ALPS de Yorgos Lanthimos

Grecia 2011
Aris Servetalis. Johnny Vekris. Aggeliki Papoulia. Ariane Lared.

Canino, la película anterior de este realizador, fue una absoluta sorpresa, por un lado por la sequedad de su caligrafía pero fundamentalmente, por el realismo con que afrontaba un argumento que escapaba de cualquier racionalización.
Alps podría estudiarse como una cinta hermana, si bien con variaciones pero el mismo tema de fondo: la realidad y su confusión con lo que puede pretenderse como tal.
Si en el primer caso, esa realidad ficticia parecía parte de un experimento cruel en el que, por lo tanto, las víctimas inocentes creían a pies juntillas, en este caso, todos los personajes son conscientes de estar falseando la vida, bien en busca de consuelo, bien en busca de negocio o, como se mostrará al final en el personaje de la enfermera, de llenar un vacío.
A partir de ahí, asistimos a las consecuencias que se derivan para aquellos que juegan en ese juego peligroso, en forma radical reflejada en la locura pero también en conflictos no menores como la violencia o el sometimiento.
Las películas, las dos películas de Lanthimos, son más que parábolas y están cruzadas por verdaderas cargas de profundidad. No sé si entenderlas como un espejo de la huida frente a la situación de una Europa en franca decadencia, sería hacer un análisis muy artificial. En cualquier caso son muchas las lecturas posibles y estoy seguro de que aparecerían otras nuevas en sucesivos visionados.
La forma de contar sigue siendo seca, fría, escueta, contando con el espectador como un elemento más.
Por lo que respecta a la caligrafía visual, sólo puedo decir que Lanthimos es un escritor con un estilo propio, arriesgado, que va desde los primeros planos absolutamente epidérmicos a las conversaciones de espaldas, los fondos difusos o los encuadres sin rostro; y si esto puede sonar a descuido artificial, nada más lejos de la realidad: su director dibuja con absoluta precisión y su estética es cuidada, precisa, artística incluso.
Yorgos Lanthimos es un narrador potente con un mundo propio y una capacidad inteligente para convertir en cercanía los mensajes que pueden surgir del absurdo. Hasta ahora nos ha regalado dos cintas excelentes, sólo queda por ver si puede explorar otros campos o su elección temática puede peligrosamente derivar en estilo.

Público  

Comentarios