NOVELA: PASAJERO K de Adolfo García Ortega

Seix Barral- Biblioteca Breve
302 páginas

Posiblemente sea cierto que esta es una novela sobre Europa, como se dice en la contraportada.
Europa no como el continente capaz de dirigir los caminos del Mundo , sino esa Europa que se abrió con la caída del Muro de Berlín para descubrir, no sólo lo que estaba allí escondido sino lo que el resto estaban dispuesto a hacer para sacar provecho, o lo que no estaban dispuestos a hacer desde su letargo, o esa Europa dispuesta a demostrar que las guerras tribales no son sólo propias de países tercermundista, o que quizás la aparente civilización no protege de la barbarie.
O esa Europa que poco a poco se ha edificado sobre mentiras o ficciones, donde la realidad puede inventarse a beneficio propio y es difícil saber que creer.
Si lo hacen los gobiernos, que perdedor no va a intentar inventar su propia historia, aunque ello cause la distorsión de dejar a sus descendientes sin pasado.
Quizás, desde ese punto de vista, también podría decirse que esta novela es sobre el ocaso de las civilizaciones, la vejez de los continentes, la decadencia de las sociedades.
Y como pueden vivir ahí los individuos que no están dentro del ciclón , aquellos que sólo buscan la felicidad dentro de un marco de honestidad y justicia. Aquellos para los que, gracias a Dios, contemplar o conocer el sufrimiento, aunque sea sólo de animales, puede llevarles casi a la locura.
Digamos ya que Pasajero K me parece una apuesta arriesga y totalmente conseguida.
Su autor opta por una base que recuerda a John Le Carre y a las cintas clásicas de espionaje, pero dota la narración de múltiples referentes, de pistas plurales que funcionan como un conjunto de cajas chinas irregulares, no sólo incluidas unas en otras sino en ocasiones posicionadas como un laberinto.
Con ello crea una estructura casi arquitectónica, magnética y llena de hallazgos. Un puzzle múltiple, más que el juego intelectual que al principio parece porque no tarda en demostrar que también tiene corazón.
Pasajero K es una novela que no se parece a  ninguna otra.
Un thriller, una novela de viajes, una extraña historia de amor.
Posiblemente, hay mucho de apuesta personal en lo que se quiere contar, y sólo podía hacerse desde una forma particular.
Tengo que reconocer que sólo conocía Lobo de su autor, pero esta me parece ya una de las obras grandes en nuestra lengua de la última década.
Personalmente escrita, y en mi caso , también personalmente disfrutada, porque creo que, como las grandes, es capaz de hablar a cada lector de forma privada, y a mi me ha dicho muchas cosas.

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