CINE: AMOR de Michael Haneke

Francia. 2012
Jean Louis Trintignant. Emmanuelle Riva. Isabelle Huppert. Alexandre Tharaud. William Shimell.

Salgo de ver la última película de Haneke.
Seguramente, como todos con el corazón en un puño
Lo cierto es que, lo que más me ha impactado, es la sensación de que lo que estoy viendo no es una película, que detrás no hay un director, que esos primeros planos no se corresponden con actores.
Lo que aparece en la pantalla es un trozo de vida. La realidad. La verdad. Todo lo que hay ahí es cierto. Cierto.
E incluso aquellos aspectos en los que parece fugarse lo creíble, no son más que formas en las que se nos muestra con naturalidad, que la realidad no es siempre tan prosaica como parece.
Y es que durante dos horas, asistimos, casi con el impudor de un espía, al día a día de esta pareja, con la paciencia de percibir la lentitud de sus actos, pudiendo extraer de cada uno, el sentimiento, tan lejos de cualquier mecanicismo.
La frialdad con la que se narra no es tal, si no la ausencia absoluta de cualquier atisbo de manipulación , algo muy de agradecer en un material tan extremadamente sensible. La caligrafía es simple y meticulosa, aunque se decore un poquito con los espacios vacíos, los cuadros, los retazos musicales, e incluso una paloma.  
El material:
Sí, duro, muy duro, sobre todo si se ve como un catálogo de la decadencia física, más cruel al no ir pareja con el deterioro mental, al anclarse en una pareja con todas las características para merecer un hermoso descanso.
Menos duro si, como es mi caso, se ve como una hermosa historia de amor, la de dos personas que han compartido toda una vida.( Que bello momento, la contemplación de Anne de los álbumes de fotos y sus comentarios al respecto ). Menos duro, pero no porque se nos muestre como idílico, sino porque está plagado de humanidad, de errores, y, con ello, de compasión y de comprensión.
Haneke es un director que cuenta con el espectador, que le hurta imágenes o le regala las piezas para construir su parte de la historia. Aquí también lo hace, llegando a ese final que me gusta tanto y que consigue dotar de luz aquello que parecía oscuridad.
Antes decía que no parecían actores. Bien. No es justo. La pareja protagonista merece el mayor de los elogios, en su lucha, en su compromiso, en su contención. Ellos hacen Amor posible. No sé porqué la mayoría de los premios han destacado a Riva; creo que el merito es compartido, y tengo la sensación de que la mirada de Tringtinant es la nuestra.
No sé si Amor es  una obra maestra. Por ahora sólo he tenido tiempo para pensar en su historia y sentir su emoción. Supongo que ahora la analizaré como película, pero lo cierto es que me importa bastante menos.

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