CINE: SEARCHING FOR SUGAR MAN de Malik Bendjeloul

Documental
UK 2013

No sé si tiene que ver con el hecho de que, por su condición de documental, la historia que se cuenta sea real y, consecuentemente , la sintamos a través de sus protagonistas.
Quizás se deba a que es una historia de humildad y sueños, casi una demostración de que los milagros sí existen y que, consecuentemente, todos somos susceptibles de vivirlos.
Pero el caso es que Searching for sugar man, me ha producido una emoción difícil de trasladar y que no recordaba con esa intensidad en los más lacrimógenos melodramas.
Este documental nos cuenta una historia que comienza en cierta fantasmagoría propia de los escritores malditos, un músico poeta cuya imagen se pierde entre la niebla y parece condenada a perderse en las sombras de su propia leyenda. Como todos los malditos, lo es porque su influencia existe, pero no recorre los caminos habituales, aquí en un extraño e increíble salto entre USA y Sudáfrica, de olvidado a bandera de una generación.  
Luego, entramos en la búsqueda, la de aquellos que son capaces de perseguir lo que ha dejado una huella en su vida, algo que personalmente me produce la nostalgia por las emociones que yo no he tenido la suerte de sentir ,y anhelo.
Pero no es larga la peripecia. No es un thriller sino, creo que ya lo he dicho, la narración de un milagro.
Y así, rápidamente, entramos en la eclosión, la conclusión de la historia, la magia, lo inimaginable, La ascensión de Rodríguez, su conversión en mito. A su alrededor, la emoción colectiva y la individual, los recuerdos de quienes sienten que este hombre misterioso escribió la banda sonora de su vida, la sorpresa de los que le rodean... tantos sentimientos que es imposible no compartirlos.
Searching for sugar man es posiblemente un documental sólo porque es verdad, pero su historia supera muchas ficciones lo que le otorga aun más valor. Y cuenta por supuesto con un conjunto de canciones que hacen incomprensible la ignorancia a la que estuvo sometido.
A pesar de la verdad, existe por parte de su director mucha caligrafía, como por ejemplo, esa ventana que se abre cuando vemos por primera vez el rostro del cantante.
No sé si mis comentarios aquí sirven para algo. Si así fuese, sólo puedo recomendar esta joya. Al margen de su valor artístico, que es mucho, es una obra que le devuelve a uno la fe, el ser humano como centro y la ilusión, repito, de que los milagros existen. 

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