NOVELA: LA VERDAD SOBRE EL CASO HARRY QUEBERT de Joel Dicker


Editorial Alfaguara
672 páginas
También disponible en ebook.

Se edita este thriller como uno de los últimos fenómenos literarios; no tarda en convertirse en número uno en las listas de libros más vendidos también en nuestro país.
Es gracioso, porque, entre otras cosas, esta novela habla sobre la creación de un best seller y la manipulación de la creación literaria como si se tratase de cualquier otra mercancia de consumo rápido.
Personalmente, me asomo con la prevención que me producen ciertas alabanzas, máxime cuando, supongo que fruto de una campaña de marketing cuando menos atrevida, se utilizan como referencias Nabokov, Roth y Larsson; de Larsson puede tener la maestría de construcción del thriller; hablar de Nabokov es casi herético, de acuerdo con que aquí hay también un amor prohibido con una adolescente, pero comparar con ello Lolita, es como comparar a Zapatero con Churchill; y de Roth no consigo encontrar nada.
El resultado:
La novela funciona perfectamente como thriller complejo y ambicioso; con todas las herramientas propias del género y por supuesto sus trampas. Existen referencias bastante comunes: un crimen no resuelto que resucita muchos años después, una población americana en apariencia tranquila en la que muchos de sus habitantes tienen sórdidos secretos que esconder, amores prohibidos, trastornos psicológicos, maltratos, cierta carga sexual...
También hay humor, convenientemente dosificado, divertido en episodios como las conversaciones con la madre del protagonista, mucho menos, un poco caricaturesco, en los que se refieren al agente literario y las conversaciones teleffónicas con los equipos de la editorial.
En este punto hay que decir que la tensión está perfectamente medida. Consigue lo que tiene que conseguir cualquiera buena novela del género y es entretener, sorprender, intrigar, apasionar.
A ello contribuye unaestructura soberbia que consigue encajar todas las piezas y los viajes entre presente y pasado con la perfección de un andamiaje perfectamente trabajado.
Sólo tengo una pega que ponerle y que suele ocurrir a menudo, me refiero al hecho de rizar el rizo en ocasiones en exceso con el objetivo de llevar al lector a una conclusión inesperada.
Vamos ahora con lo que se supone que convierte esta obra en diferente:
No por supuesto el hecho de que el investigador sea un escritor y escriba sobre lo que está descubriendo, sino la importancia que se le da al proceso, hasta el punto de rozar en algún momento la metaliteratura.
Pues bien, personalmente, son estos los aspectos del libro que considero menos interesantes, no me sobran, posiblemente tampoco me molestan, pero tampoco aportan demasiado a la narración ni por supuesto la convierte en una obra singular.  
En cualquier caso, cualquier novela que contribuye a aumentar el número de lectores, es algo positivo.
En este caso, hay detrás un buen escritor pero también un escritor inteligente, y posiblemente un agente muy profesional. Y nada menos que el Premio Goncourt y millones de ejemplares vendidos.
Y, repito, un thriller muy muy disfrutable ¿ Nabokov y Roth? lejos, aun muy lejos.

Público

Comentarios