CINE: PARAISO.ESPERANZA de Ulrich Siedl

Austria 2013
Melanie Lenz. Joseph Laurenz

Concluye la trilogía de Siedl, y lo hace con una cinta donde creo que el propio título es una declaración de intenciones.
No quiero engañar a nadie: el director nos enfrenta una vez más a los paisajes más patéticos de una sociedad que ha crecido fomentando sus miedos, su insatisfacción, y dejando poco espacio para las almas , pero aun así, está vez ha decidido volver sus ojos hacia la adolescencia , y si sería posiblemente excesivo decir que lo hace con benevolencia, sí me aventuro a pensar que donde sus personajes anteriores eran como mucho capaces de generarnos compasión teñida de cierto desprecio, la de esta cinta, nos consigue despertar esa misma compasión pero envuelta en ternura.
Esperanza no es posiblemente lo que siente Melanie al concluir la película.
Pero esperanza sí es lo que el director quiere sentir, o quiere que sintamos, hacia las próximas generaciones.
El contraste que antes citada , queda para mi patente en una escena crucial: nuestra niña es la hija de aquella dama talluda que acudía a Africa para mecerse en los brazos de los indígenas a los que esperaba conseguir por dinero, en alguna ocasión enviaba mensajes a su vástaga pero su tiempo no se dedicaba precisamente a pensar en ella, cuando hacia el final de Esperanza vemos a la pobre criatura intentando contactar telefónicamente con su madre y diciéndole a un buzón de voz que la necesita, no podemos evitar sentir repugnancia recordando las escenas de Amor.
Si en la primera hablaba de la búsqueda de un amor falso y sexual de pago, y en la segunda al amor que sólo puede sentirse a través del sacrificio, en esta tercera también el amor, el deseo del amor parece más puro, menos contaminado por el paso del tiempo.
"La inocencia del primer amor" reza la publicidad, este es, que duda cabe, un primer amor.
Y además , Siedl tiene el detalle de colocar al lado de la muchacha una especie de ángel salvador, un hombre que , en lugar de aprovecharse de la situación , entiende lo que es compartir abrazos y silencios y sabe lo que es renunciar. Quizás la verdadera esperanza es que con el tiempo Melanie aprenda a valorar esa experiencia y le sirva para analizar lo que va a tener que encontrarse en años venideros. Tal vez sea consciente de lo trágico que habría sido terminar la noche con los dos jóvenes en el bar ( la crueldad está siempre ahí, en este caso causa repugnancia el muchacho que pretende grabar con el móvil la "hazaña" de su amigo ).
Porque , eso sí, como es habitual en este narrador, la protagonista , y los que le rodean , son niños tocados, niños dolientes, en este caso por la condición de su sobrepeso y su necesidad de cambiar ( el filme se desarrolla en una especie de campamento de adelgazamiento ) para ser considerados, para tener posiblemente algo tan necesario como un lugar en el mundo.
En definitiva, para sentirse queridos.
Creo, y posiblemente me esté repitiendo , que lo que hace su mirada diferente , es que , mientras aquellos que en las dos películas anteriores de la trilogía estaban dispuestos a vender caro su mínimo cariño, su falso sentimiento, en este caso, el sentimiento del profesor parece más real y sin embargo, está dispuesto a no hacerle daño.
Esperanza podía haber sido una cinta sobre el abuso de menores.
Sin embargo, dentro de su dureza, es una cinta sobre como protegerlos para que puedan disfrutar de la vida, sin que nadie se la robe. Muchas veces a su pesar.
Ya lo he dicho, Esperanza es una toma de posición desde el título. Una especie de brisa, muy ligera y apenas perceptible , pero respirable al fin y al cabo.

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