CINE: STOKER de Park Chan- Wook

USA. 2013
Mia Wasilkowska. Matthew Goode. Nicole Kidman

Sé que llego tarde a esta película.
De hecho, si no hubiese sido por un largo viaje en avión, ni siquiera habría llegado.
Aun así, si decido escribir sobre ella, cuando posiblemente se haya dicho ya todo lo que se puede decir, es porque me ha parecido una obra muy interesante.
¿Fácil? no, nada.
En su primera incursión en el cine americano, el director de Old Boy utiliza como punto de partida una base argumental bastante clásica, que seguramente a todos nos recordará a La sombra de una duda.
Quizás sea esto lo que llame a la confusión y haya hecho salir a muchos furiosos de las salas. Salvando las distancias, es como ir a buscar Hitchcock y encontrarte con Bergman.
Porque desde el inicio, comienza la perversión del modelo.
En primer lugar, nos encontramos con una mezcla de varios referentes que van desde el thriller psicológico al terror, pasando por cierto aire de estética gore juvenil, todo ello vestido de gótico; y sobre todo, a dos metros sobre suelo: la estética, la luz, los enfoques, todo puede ser fruto de una pesadilla a la que no le importa parecer real y, a veces, ni siquiera coherente.
Para hacerlo todo aun más denso, el director opta por filmar con una caligrafía oscura de un simbolismo extremo que va desde las arañas a las manos, desde la suciedad a los atisbos de luz.
Hacía mucho que no veía un ejercicio tan barroco en el aspecto visual, pero al mismo tiempo tan claro, hay muchas escenas memorables como por ejemplo la interpretación de piano a dos bandas.
El resultado general es  totalmente enfermizo, perverso, cruel.
Desde el punto de vista del thriller entiendo que se resuelve en un relato contundente, de una crudeza que está a la altura de lo previsto, aunque, repito, algunas concesiones ( creo intencionadas ) a la coherencia, pueden decepcionar a quienes sólo busquen cine de género. De hecho, existe una referencia más cercana al cine de terror que es el sustrato del mal, como un concepto universal e incluso, determinado como algo genético , que se transmite a través de la sangre, esa sangre tan presente durante todo el metraje de la película, especialmente al final.
Sin embargo, yo pienso que son precisamente esas líneas ( lo que se escucha a pesar de las distancias, la nula búsqueda de los que desaparece, las reacciones de la protagonistas en especial ante el descubrimiento en el congelador... ) lo que nos permiten ver Stoker como la fantasía malsana de una chiquilla algo aquejada del síndrome de electra, despertando a la vida; desde ese punto de vista, la película es rica en referencias de la rivalidad madre hija, la necesidad de crear un personaje trasunto del padre perdido, la capacidad para imaginar victorias donde sólo hay soledad.
La pequeña Wasilkowska compone una presencia entre sorprendente y detestable, necesaria para creer, Matthew Goodie tiene todo el magnetismo que requiere su personaje y, si bien Kidman se ha convertido gracias a la cirugía en una muñeca insulsa, esos rasgos encajan a la perfección en su rol.
No esperaba algo sencillo de Park Chan- Wook, y no me ha decepcionado.
Creo que Stoker se revisará con el tiempo y saldrá ganando. Otra cosa es como se defina.

Público

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