TEATRO: POR LOS OJOS DE RAQUEL MELLER de Hugo Pérez

Director - Hugo Pérez
Intérpretes-
Maribel Per. Carmen Rodríguez de la Rica. Chelo Vivares. Rocío Osuna. Belén González. Pablo Rossi. Iván Oriola
Origen- Sala Tribueñe

Nadie puede cuestionar que el teatro alternativo se ha convertido en Madrid en un vivero inagotable de talento.
Alrededor de los circuitos comercial y público han surgido multitud de pequeñas salas, formas diferentes de hacer teatro, que han pasado de las propuestas algo voluntariosas de su origen, a producciones donde se puede arriesgar, sorprender y crear sin trabas, y en una comunión generalmente muy cercana al espectador, lo que siempre enriquece las propuestas.
Algunas de esas obras han saltado de una sala a otra, resistiéndose a desaparecer; otras incluso se han acercado a teatros más convencionales, aunque generalmente en horarios off o en paralelo a otras producciones.
El caso de Por los ojos de Raquel Meller me parece sin embargo algo que roza lo milagroso.
En primer lugar, es un producto que sorprende dentro de los criterios habituales de este tipo de escenarios, principalmente por su ambición: nada menos que un musical, de más de dos horas de duración y con un derroche de vestuario exquisito; además, se centra en un género tan poco "moderno" y atractivo para el público de hoy como la tonadilla. Está claro que a sus creadores les va el riesgo.
Se estrenó en la Sala Tribueñe, creo que hace cuatro años, y desde su nacimiento, se convirtió en un espectáculo del que la crítica sólo cantaba alabanzas. Tras reponerse temporada tras temporada, un empresario valiente, y amante del teatro, ha decidido ofrecérselo al público en un gran teatro de los de siempre, el Reina Victoria. Y es ahí donde yo he tenido la inmensa suerte de disfrutarlo.
Supongo que ha existido un trabajo de adaptación desde el espacio reducido inicial hasta este escenario ( se nota la sabia mano de Alfonso Barajas ), pero también estoy seguro de que la diferencia no va mucho más allá del volumen, que el germen estaba allí.
El texto, nos ofrece una biografía estilizada y suficiente de la que fue una gran tonadillera de nuestro país, lo hace con precisión y humor, y con una documentación que nos sorprende al presentarnos a un personaje que no entendemos como pudo ser olvidado; a su alrededor, y al ritmo de sus canciones, se despliega un periodo de nuestra España, siempre referente para esta artista y esta mujer. Quizás esté más redondeada la primera parte, más fácil narrar el ascenso que la caida cuando esta está además perdida en el misterio. Aun así, resulta siempre evocador.
Pero lo más fascinante de este espectáculo es su plástica visual.
Dibujada como un retablo antiguo de colores algo desvaidos, donde incluso los personajes parecen por momentos muñecos salvajes de un guiñol, cada escena es capaz de conformarse como un conjunto visualmente perfecto, que en ningún momento, ni siquiera en su última escena deja de sorprender, con una belleza teatral absoluta que demuestra que el talento es el mejor recurso ( además de la mejor iluminación que he visto en mucho tiempo ).
Hugo Pérez, si acierta en su labor de escritor, en la de director se descubre como un artesano metódico y creativo, que salta de acierto en acierto.
Su labor sólo puede surgir de un acto de amor, al personaje, al teatro, al público.
Y todo el espectáculo, se entrega en manos de una compañía de intérpretes perfectos, posiblemente tan involucrados tras tan largo tiempo con sus personajes, que llegan a la fusión.
Por los ojos de Raquel Meller es una rara maravilla, una experiencia teatral absolutamente gozosa que merece todos los aplausos que pueda cosechar y muchos más.
Es un ejercicio tan total de imaginación y maestría que te deja sin habla.
Larga vida.

Público

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