NOVELA: URSUA de William Ospina

Random House Mondadori
496 páginas

De las obras de distinto género que narran la conquista del Nuevo Mundo, salvando la fascinación absoluta que recuerdo haber sentido en mi infancia por El Corazón de Piedra Verde, mi favorita es la película de Herzog Aguirre o la cólera de Dios.
Es en esa cinta donde creo que se hace palpable la locura que asoló a aquellos aventureros que, engañados por su ambición, se embarcaron en la búsqueda de tesoros de leyenda, simbolizados por El Dorado; una estirpe de hombres salvajes ( mucho más que aquellos a los que pretendían civilizar ) que tuvieron que sufrir como sus vicios se convertían en veneno; pero también unos hombres de una valentía mítica, capaces de poblar lo desconocido y de no arredrarse nunca ante el peligro.
La cara y la cruz de casi todo conquistador, con mucho que repudiar pero también mucho que admirar.
Ursua era uno de esos caballeros, que casi todavía un niño se embarcó con el sueño de la aventura y la riqueza.
Su personaje presenta el arrojo y el liderazgo de los mejores y también la villanía y la crueldad de los más abyectos.
Su historia es seguramente parecida a la de muchos de los que allí viajaron, y puede decirse que son muchos de los personajes que pueblan las páginas de esta novela, los que podrían indistintamente haberla protagonizado.
Esta es la primera novela de William Ospina, un poeta colombiano, y así no es extraño, que su prosa se nutra de una riqueza a veces apabullante. Su narración, desde un personaje ficticio, mezcla de ambos mundos y aquejado de la confusión de haber conocido los dos en profundidad, es un torrente donde se mezclan informaciones y descripciones, realidad y sueños, leyendas e historia. A veces se hace difícil percibir el caudal, ser capaz de beberlo entero, no confundirse ligeramente en su curso, no tener la sensación de estar perdiéndose algo.
Al mismo tiempo, es desde esa indudable calidad literaria desde la que percibimos la fiebre que empapó la lucha con lo desconocido, la sorpresa y el miedo, la animalización a la que todos se vieron sometidos ante la riqueza del paisaje y de lo que contenía; es de esa manera desde la que su autor es capaz de convertir cada página en una selva y hacernos transitar por ella.
También es comprensible que la confusión que por acumulación de nombres y acciones en ocasiones aparece, sea un reflejo de un mundo grande e inasible, donde tiempos y distancias no podían sino cruzarse.
He disfrutado Ursua, aunque no me ha resultado fácil.
Es la primera parte de una trilogía que terminaré. Seguiremos por lo tanto hablando de Ospina.

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