CINE: CAMILLE CLAUDEL 1915 de Bruno Dumont

Francia 2013
Juliette Binoche
También disponible en Filmin.

¿Quien fue realmente Camille Claudel? ¿una artista genial o una loca? ¿ o ambas cosas? ¿ una mujer explotada o simplemente una mujer despechada? ¿ o ambas cosas? ¿ la víctima de si misma o la víctima de la rigidez católica de su hermano y de la sociedad de la época? ¿ o ambas cosas?.
No es esta la primera vez que una película se ocupa del personaje. Amante de Rodin, a quien acusó de haberse apoderado de gran parte de su obra, hermana del escritor Paul Claudel, ferviente católico tras una conversión tardía, terminó sus años en un asilo para enfermos mentales. Su biografía tiene matices de heroína romántica pero también, sin duda, de las patologías que pueden rodear un espíritu excesivamente creativo.
Creo que esta difícil película de Dumont, es modélica en lo que debe de ser la indagación en un personaje, asumiendo que el biopic siempre es limitativo en lo que supone narrar la vida de una persona, y  que frecuentemente genera insatisfacción.
Aquí su director escoge un momento determinado, en el cual construye a su personaje central con la solidez del minimalismo cotidiano, de la mera observación, podría ser cualquiera de los años que esta mujer pasó encerrada; la visita de su hermano podría ser cualquiera de las que este le hizo durante su confinamiento. Pero Dumont decide entregarle la entidad suficiente para hacerla única y convertirla en una experiencia. Asimismo, desde ahí, y valiéndose de documentos reales, lanza hilos al pasado, en forma de diálogos y pequeñas referencias, que nos permiten construir la historia. Incluso decide dedicarle tiempo a su hermano para dejarnos conocer a un caracter que va a ofrecer mayor comprensión al contraste, así como a la información que cierra la cinta.
Pero hay una herramienta mucho más importante, única, me refiero al rostro de Juliette Binoche.
Parece ser que fue la actriz francesa quien solicitó al director trabajar con él; el hecho de que fuese capaz de trabajar con verdaderos enfermos mentales, sólo da mayor solidez a su compromiso.
Lo importante es su capacidad para interiorizar al personaje; con ello, se convierte en esta mujer y cada gesto, cada mirada, cada palabra, transmite la volatilidad de su interior, su angustia y su aburrimiento hacia la vida a la que la han condenado, su necesidad de sobrevivir y de aceptar esa condena, su iluminación real o no y su miedo real o no, su rabia y el intento de contenerla.... Binoche es una actriz que siempre me ha gustado, pero pocas veces un rostro me había transmitido tanto.
Y pocas veces un director sabía aprovecharlo tan bien.
Bruno Dumont coloca la cámara y observa. Supongo que gran parte de su trabajo esté vinculado a conseguir ese mimetismo del intérprete; una vez logrado, sólo le queda sentarse a mirar y regalarnos el resultado.
Camille Claudel 1915, ya o he dicho antes, no es una propuesta fácil, pero está absolutamente lograda, y si se acepta y se es capaz de integrarse en ella, se asistirá a una profunda indagación no sólo sobre un magnético personaje histórico sino, en definitiva, sobre el alma humana.

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