CINE: FRANCES HA de Noah Baumbach

USA 2013
Greta Gerwig. Mickey Sumner. Adam Driver. Grace Gummer. Michael Zegen

Posiblemente, sea fácil encontrar la raíz de Frances Ha en el cine independiente americano.
Recuerdo cuando en los primeros ochenta, directores como Jim Jarsmuch aterrizaron en las pantallas con una mirada diferente: en primer lugar, adoraban el blanco y negro; en segundo lugar, convertían en protagonistas a personas cotidianas que, hasta entonces, sólo habían encontrado su lugar en el cine europeo; también lo rociaban ligeramente con alguna gota de Beckett; y en esas cintas se hablaba mucho, muchísimo, y no siempre de cosas trascendentes.
Luego esos directores crecieron y evolucionaron, pero antes crearon escuela, algo que se convirtió casi en un estilo.
Lo dicho: Frances Ha, en blanco y negro,trata de gente corriente a la que le pasan pocas cosas importantes en apariencia, un poquito absurdas a veces, y para más señas, su epicentro es Nueva York, la ciudad de Woody Allen ( posiblemente junto con Cassavetes, uno de los referentes de Jarmusch y cia ). Y, por supuesto, todos hablan y hablan y hablan.
Pero lo estupendo de esta película, es que no se queda ahí.
Su director tiene que ser un amante del cine, carne de cineclub, de clásicos. Por eso, el interior de esta cinta bebe de fuentes de todos conocidas: la comedia americana en su versión más deliciosa.
Secuencias como la visita navideña a sus padres, además de parecer trasplantadas de cualquier película de James Stewart , es totalmente encantadora. (Esas reuniones, ese barrio donde los habitantes contribuyen recogiendo las hojas, siempre sonrientes. )
¿Y que mezcla alquímica hay que cocinar para conseguir algo tan difícil de definir pero tan perceptible como el encanto?
Bueno, los ingredientes son muchos: bondad y sinceridad, amor a la vida, un mucho de ingenuidad que puede dar a sus personajes ( o al central, como en este caso ) cierto toque outsider, muy buen humor, poco dramatismo, algo de poesía, capacidad para sorprenderse, ternura.... salvando las distancias, ser hijas de Cabiria.
Pues bien, aun así, pueden mezclarse esos ingredientes pero el resultado sonar artificial.
No ocurre en Frances Ha.
La simbiosis actriz personaje tiene mucho que ver, pero también es culpable esa sensación de espontaneidad que respira toda la cinta. Y conseguir apariencia de ligereza cuando se está hablando de la complejidad de las relaciones humanas y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo, es algo muy muy difícil y que precisa de mucha inteligencia.
Lo dicho, Frances Ha es una película encantadora de la que es imposible no salir con una sonrisa.
Me he enamorado de esa chica, entendiendo que puede ser algo agotadora en su optimismo , en su incontinencia verbal que parece no conocer límites ( esa cena con loa amigos de su nueva compañera de piso, es única )  y su descontrol, y que a veces se busca lo que le ocurre, pero también estoy seguro de que a su lado, la vida será un lugar muchísimo más divertido.
Que bueno sería que hubiese muchas personas como ella.
En fin, siempre nos quedará el cine. Fabrica de sueños.

Público

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