TEATRO: MISANTROPO de Moliere/ Miguel del Arco

Dirección y versión - Miguel del Arco
Intérpretes- Israel Elejalde. Barbara Lenie. Raul Prieto. Miniam Montilla. Cristobal Suarez. Manuela Paso. Jose Luis Martínez.
Kamikaze Producciones.

En una sociedad como en la que hoy habitamos, un personaje como el Alcestes que Moliere creó para El Misántropo, sería lo más parecido a un extraterrestre.
Esto sin duda posibilita la actualidad rabiosa de este texto clásico.
Esto y el buen hacer de Miguel del Arco como adaptador, un hombre que , de la noche a la mañana , se ha convertido en uno de los imprescindibles de nuestro teatro.
Si bien ya ha demostrado su capacidad de dirección en empeños tan dispares como De Ratones y Hombres y La Violación de Lucrecia, no podemos olvidar que su nacimiento al estrellato, se lo debe a La Función por Hacer , otra adaptación de un texto clásico, algo que luego refrendó con Veraneantes.
Está por lo tanto en su naturaleza , obviamente de amante de las tablas , acudir a obras inmortales y , con infinito respeto pero también con valentía, acercarlas al público contemporaneo.
La base es excelente , por algo son clásicos, pero precisamente por eso, el riesgo también lo es; una vez más , del Arco pasa la prueba con cum laude.
Este Misántropo tiene lugar en el ojo del huracán; que lugar más plagado de hipocresía, más referencial de la falta de solidez de los principios morales que nos rodean , que la frivolidad de una fiesta canalla disfrazada de caridad y filantropía; que escenario más adecuado para narrar las bajezas del ser humano a la hora de conseguir un beneficio superficial y mezquino. Este es el lugar donde nos situamos, pero mejor todavía, en el callejón trasero de la discoteca donde se celebra el evento.
Es ahí donde asistimos a las miserias de los personajes y a sus pequeños triunfos y fracasos; con un texto en que ,consiguiendo salvar el anacronismo, el autor de la versión recoge la prosa clásica, se van desgranando, no sólo los textos exteriores sino el interior de cada uno, y es que uno de los logros de Miguel del Arco es ser capaz de dotar el espectáculo de matices , con lo que una acción que no existe casi, que es sólo diálogo, se mueve con una total fluidez; a esto último también ayudan algunos elementos mínimos pero muy eficaces en el movimiento y la iluminación , que , no sólo dotan el espectáculo de una extraña belleza magnética , sino que también lo acercan a una dimensión diferente que lo aleja totalmente de la vulgaridad.
Otra de las herramientas utilizadas por del Arco desde sus inicios es un conjunto de intérpretes que parecen funcionar como una compañía de amigos , absolutamente entregados en un grupo siempre homogeneo.
De Barbara Lenie ya sólo pueden esperarse grandes cosas, nadie duda que ha alcanzado la categoría de primera actriz; Israel Elejalde, a quien sigo desde tiempos del Teatro Abadía, comienza a tener un curriculum que ya querría Laurence Olivier; a Miriam Montilla tuve la ocasión de disfrutarla a centímetros de distancia en La Casa de la Portera con 2 Ninas para un Chejov, su actuación aquí alcanza la misma sinceridad y elegancia ; excelentes también Raúl Prieto, Cristobal Suarez, Jose Luis Martínez y una hilarante Manuela Paso.
Este Misántropo es teatralmente excelente , pero también es , de alguna manera, moralmente necesario.
Quizás la mayor variación esté en que lo que antes era una comedia didáctica , hoy lamentablemente, a pesar de las risas que genera, no puede dejar de ser considerado como un drama.
El drama de una sociedad que no es capaz de entender que lo que se persigue no es la felicidad sino un mal sucedaneo, que nunca pasará de producir un efecto tan ligero que requerirá su repetición constante, como una droga, para no sentirnos inmersos en la mayor de las tristezas.
No lloremos, no nos rasguemos las vestiduras, como dice al final mi adorada Montilla, hay que esperar, siempre queda pues la esperanza.
Y el teatro. Para recordarnos lo que podemos llegar a ser y el hecho de que la decisión siempre, siempre, es nuestra.        

Público


Comentarios