CINE: MAGICAL GIRL de Carlos Vermut

España 2014
Luis Bermejo. Barbara Lennie. José Sacristán. Israel Elejalde. Elizabeth Gelabert

Aquellos que disfrutamos fascinados de aquella propuesta totalmente nueva que fue Diamond Flash, ajeno a cualquier cosa que hubiésemos visto hasta entonces, esperábamos con ansiedad y curiosidad infinita el salto de su director al circuito más o menos comercial.
Fundamentalmente, yo me preguntaba como pensaba afrontar la necesidad de establecer cierto nivel de narrativa que no expulsase al público de las salas. No me imaginaba que fuese capaz de traicionarse, ¿ entonces?.
Magical Girl responde a esa pregunta. Y lo hace con un producto excelente, personal, por supuesto diferente y , digámoslo ya, perverso.
Porque si bien Vermut opta por una narrativa más lineal o convencional ( el modelo puzzle deconstructivo se traslada con claridad suficiente y muy buena caligrafía ) no renuncia al extrañamiento con el que mezcla géneros, y , para mi el mayor nivel de la llamada a la perversión, deja al espectador que llene los vacíos ( posiblemente siempre es peor no saber que saber ); personalmente me gusta esa dinámica, no necesito que me cuenten todo.
La historia se inicia como lo que podría ser una de las historias sociales de, por ejemplo, Ken Loach; un padre en el paro, su hija enferma y un deseo que cumplir. De ahí saltamos a un relato que parece bordear la locura; hay también una tercera línea presentada en un prólogo y que regresará en el último tramo. Las tres piezas, un perfecto puzzle sobre cuyo encaje el autor es tan inteligente como para soltar miguitas pero sin ningún tipo de subrayado. Y lo que parecía un cuento de lucha, se convierte en un oscurísimo thriller, una colección de personajes donde Vermut es capaz de sacar lo peor de cada uno. Nos ayuda a asomarnos a lo más miserable, a lo más podrido del ser humano, hasta llegar a sorprendernos con el twist del personaje de Sacristán ( el único punto de la escalada al que me cuesta un poquito llegar ).
La verdad es que lo que hace más singular Magical Girl , además de su caligrafía, su coraje, su capacidad de sorprender, es su subtexto, lo que deja en el paladar y en lo que seguimos pensando mucho después. Su historia, igual que pasaba con la de Diamond Flash, queda tan abierta que es todavía mucho lo que nos puede ofrecer. Se multiplica.
Lo dicho, Carlos Vermut sigue siendo único. Ahora la curiosidad es , ¿como será la tercera?
Antes de terminar: Bárbara Lennie, esa mirada, esos gestos, ese alma. También de ti esperamos mucho.

Público

Nota de día siguiente:
Leo en la página de Manuel Hidalgo en El Mundo que la presencia comercial de esta película es mínima. Apenas seis mil espectadores en el anterior fin de semana. Ocurrió con Gente en sitios o 10.000 noches en ninguna parte. Nos encanta echarle la culpa al Iva cultural pero al final resulta que este no parece afectar por ejemplo a X Men o a Torrente. Sería el momento de reflexionar o de pensar que no todo puede ser utilizado politicamente.
Una pena.De verdad, un consejo, no os perdáis Magical Girl.

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