SERIE DE TV: PARADE`S END de Susanna White

Guion de Tom Stoppard
Basado en una novela de Ford Madox Ford
300 minutos.
Intérpretes.-
Benedict Cumberbatch. Rebecca Hall. Adelaide Clemens. Miranda Richardson. Freddie Fox. Janet McTeer. Ned Dennehy. Alan Howard. Rupert Everett. Stephen Grahame. Anne Marie Duff. Rufus Sewell. Roger Allan.

Difícil asumir la envergadura de una epopeya tan grande como la que propone esta trilogía narrativa , si no es una miniserie de televisión, este nuevo género que se ha convertido en otra forma de creación a la altura de la cinematográfica y que , gracias a las nuevas formas de distribución ( en este caso,  Filmin ) , pueden consumirse sin tener que esperar la hora semanal.
No conozco el material de partida, considerada al parecer una de las cumbres de la literatura británica.
No me sorprende : afronta un periodo complejo, los cambios en esa sociedad que , apuntados antes de la Primera Guerra Mundial, se vieron empujados por esta , quizás no en la profundidad que cabría esperar pero sí lo suficiente para abrir facturas , fundamentalmente en el ámbito moral de una comunidad marcada por la hipocresía y las convenciones aceptadas aunque totalmente inaceptables.
En el fondo, nos encontramos ante algo tan contundente y que los británicos narran tan bien, como el desmoronamiento interior del Imperio. Lento, sin grandes reacciones, con la ligereza de los cambios que se aceptan, pero en cualquier caso, dinamitando sus cimientos. No está lejos la excelente Dowtown Abbey.
Y es que no podemos olvidar que han sido los seres humanos, cada uno en su necesidad , los que han hecho evolucionar los modelos sociales desde la injusticia a la libertad. Generalmente por impulsos en principio tan lejanos a la grandeza de los pueblos, como una historia de amor.
La Inglaterra de preguerra, una fuerza incuestionable, era también un cuadro social cerrado, no demasiado alejado del sistema de castas hindú, a pesar de aparentar ser más civilizado.
En ese entorno y desde el inicio, el personaje principal se retrata como alguien no lejano a El Idiota de Dostoievski, aunque posiblemente por otras razones y con un trasfondo menos inocente . Este joven , hijo de la alta sociedad , asume una posición de rectitud con todo aquello que no lo merece , a pesar de que a su alrededor todo parece empujarle hacia caminos mucho más sencillos, y también, por supuesto, moralmente más corrompidos. Su actitud , una mezcla entre el conservadurismo y la necesidad de ser honesto, debe transitar por momentos de extrema dureza, en una especie de lapidación social, tal vez la de aquellos que son ´para los demás recuerdos de su inmundicia. Las barreras se irán demostrando ridículas, pero sólo se derribarán desde el convencimiento de quien busca , en el fondo, un cambio real en el mundo. Esa metamorfosis del antiguo régimen que antes citamos y que la serie tan bien retrata. Hasta llegar ahí, asistiremos a ese caleidoscopio que se nos anuncia desde los títulos de crédito y en el cual cada ser humano está compuesto de varias piezas , no siempre todas visibles.
A su lado, fascina el personaje de su mujer y esa historia de amor y odio, tan extraña como puede llegar l serlo la de cualquier ser humano, que necesita del amor aunque lo confunda con otra cosa. La interpretación de Rebecca Hall, llena de matices y de dolor a esta mujer hermosa por fuera y que , estoy seguro, también es capaz de serlo por dentro.
El guion cuenta con la maestría de un escritor como Stoppard. Esto garantiza un producto complejo en lo bueno y lo malo. Lo es en su capacidad para integrar lo íntimo y lo histórico, lo interior y lo exterior; también el su ambición que a veces le hace utilizar un número excesivo de materiales. Quizás esto último sea un problema personal; en ningún caso empaña la grandeza de una narración donde la épica tiene corazón.
Y que decir de la producción. Ya comenté en alguna ocasión que empieza a sonar a tópico alabar la destreza de los británicos para reconstruir una época . Aquí va más allá y es difícil sustraerse a la grandeza de los paisajes naturales y la extraña poesía de los episodios de guerra. De los cuadros de interior , cualquier comentario sonaría reductor.
Parade's End es una obra absolutamente recomendable.
Grande en fondo y forma .

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