EXPOSICIÓN: INGRES -

Museo Nacional   del Prado- Madrid
Hasta el 27 de marzo.

Tres sensaciones percibo en esta fantástica exposición:
En lo referente a los retratos, sin duda, pintores como este genio, están adelantándose a la fotografía, y, aunque suene herético, casi haciéndola innecesaria. Es increíble su capacidad de captar no sólo los rasgos del modelo y su entorno ( ese delicado gusto por el detalle ) sino también su interior, a través de sus gestos, su mirada, su movimiento, su postura.
En segundo lugar, el aliento narrativo de muchas de sus pinturas, cuadros que nos cuentan historias, que nos muestran leyendas, que transmiten un dramatismo que es muy difícil conseguir sin el apoyo de la prosa. No sorprende leer el artista es un admirador de la literatura clásica, allí donde se forjaron las historias y leyendas que se repiten aun siglos después.
Pero lo más importante: en esta exposición tengo la sensación de acudir a un viaje a la belleza absoluta, al equilibrio, a la armonía. No hay nada que no este por encima de las percepciones que consiguen despertar nuestros sentidos.
Una maravilla.
Un descanso, un paraíso para la vista.

Público

Comentarios