TEATRO: MUÑECA DE PORCELANA de David Mamet

Director.- Juan Carlos Rubio
Intérpretes.-
José Sacristán. Javier Godino

Lo más relevante en la mayoría de artículos referentes a Muñeca de Porcelana es que el estreno en nuestro país se produce semanas después de su estreno mundial en Broadway.
También se reitera el hecho, por parte de quienes conocen los dos montajes, de que si bien la versión americana fue un completo fracaso, la española es muy superior. Lo mismo ocurrió con su pieza anterior, La Anarquista. Tendría gracia que un autor tan americano como David Mamet dejará de ser profeta en su tierra para serlo en la nuestra.
La pieza ha sido al parecer escrita directamente para Al Pacino, No sorprende. Es claramente un texto entregado al lucimiento de un actor, casi un monólogo que, en nuestro caso, recoge Sacristán con el beneplácito ( taquilla y aplausos lo avalan ) del público.
Pero vayamos por partes:
Muñeca de Porcelana nos muestra a un hombre de negocios corrupto y millonario al borde de abandonarlo todo por pasar a disfrutar el resto de sus días con una hermosa joven de origen incierto. Su cinismo, su prepotencia y su amoralidad son patentes desde el inicio. Su desprecio por todo menos por el dinero y su capacidad de poseer. Las cosas se tuercen , claro, si no no habría obra.
Mamet toca gran parte de sus temas habituales: la manipulación, los rincones oscuros del ser humano, la comercialización de la política, la ligereza del andamiaje que sostiene a los poderosos.... dibujando otra vez un mundo cruel y ambicioso, con la sinceridad a la que pocos como él se atreven.
La pregunta es ¿ está este texto a la altura de sus grandes obras? personalmente pienso que no. No está mal escrito, maneja la dramaturgia como él sabe hacerlo, sus diálogos son reales, Pero no es Oleanna ni mucho menos Glengary Glenn Rose ( también escribió Noviembre que a mi me decepcionó mucho, pero todo creador tiene derecho a , al menos , un borrón ).
Tiene el tono de una obra menor , fácil. De un juguete correcto. No está mal, repito, pero no es grande.
Vayamos ahora al montaje que es a lo mejor lo que diferencia el éxito del fracaso en este caso.
No he podido resistir la tentación de leer las críticas del estreno americano. En su mayoría achacan el disgusto a Al Pacino y su histrionismo ( algo que a nadie debe de sorprender ). Sacristán está perfectamente medido, equilibrado; personalmente rebajaría un tono la ampulosidad pero cumple con creces, como también cumple Godino en su papel de acompañante, difícil cometido, el arte de escuchar.
Creo que la versión de Juan Carlos Rubio aligera el texto ( se habla de casi dos horas en el original que aquí no llega a la hora treinta sin intermedio, un acierto esa continuidad ). El montaje es limpio, sobrio, funcional; quedaría mejor en una sala pequeña que en la gran nave del Matadero, aunque lo cierto es que consigue llenarla.
En definitiva , hay tanto en la base como en este montaje , mucha gente que sabe mucho de teatro y tengo la sensación de que han apostado sobre seguro, sin riesgos. El resultado entretiene y supera en uno o dos tonos la corrección, no en mucho más, pero eso ya es suficiente.
Ahora queda esperar a que Mamet , uno de los grandes dramaturgos contemporáneos , apuesta por proyectos más ambiciosos o que alguien recupere alguna de sus piezas clásicas ¿ hace cuanto no repone alguien American Buffalo?.

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