CINE: ANOMALISA de Charlie Kaufman/ Duke Johnson

USA. 2015
Animación.

He dudado de escribir acerca de esta película.
Intenté verla en su momento, estreno avalado por la mayoría de las críticas como una experiencia única, una obra singular , perfecta...
Su paso por la cartelera fue efímero y he tenido que esperar a esas reposiciones con las que los Renoir nos ayudan a recuperar lo que nos hemos perdido durante el año ( propuesta loable, gracias).
¿ Y?.
Pues la verdad es que creo que he visto pocas cintas últimamente que me hayan disgustado tanto.
En general entiendo la sorpresa: cine de animación que podía haber asido planteado por Bergman, el esistencialismo en manos de muñecos. Sin duda, lo reconozco, una apuesta arriesgada.
Un hombre gris, conferenciante de técnicas de venta, realiza un viaje con motivo de una de sus charlas. Es un hombre de éxito, sin duda; ha publicado un libro que parece la biblia de aquellos que , desde posiciones verdaderamente poco motivantes, aspiran a llegar a ser algo. Pero en su interior anida el fracaso, la insatisfacción, la necesidad de buscar algo nuevo en un mundo que le resulta monocorde y agotado. Lo intenta a través de un antiguo amor, descubre una nueva posibilidad.... pero al final las voces terminan regresando al mismo tono, todo igual, y la vida continua siendo lo que era y lo que , lamentablemente, será. Lo cierto es que tampoco es mucho lo que él ofrece; un ser carente totalmente de empatía, posiblemente responsable absoluto de su situación aunque quizás no siempre haya sido así.
En fin , nada nuevo. Tampoco demasiado atractivo. ¿ Bergman? por Dios, Bergman era capaz de plasmar la duda, de dibujar las esquinas y dejar entrever territorios que ni siquiera él se aventuraba a explorar. Era más cruel , pero también más humano.
En este caso, la parábola es simple, muy simple, más allá de algunos aciertos gramaticales y alguna salida de tono por otro lado artificial, relacionada con la extraña morfología de los personajes.
Pero al margen de esto, hay más: tengo la sensación de que lo único que justifica la decisión de la animación es cierto aire de profanación. Nadie está acostumbrado a ver a muñecotes desnudos, ni masturbándose, ni realizando actividades sexuales tan obvias. Es como si sus autores intentasen pegar un salto y dar una patada al espectador. Personalmente me molesta mucho que intenten escandalizarme como forma de hacerme reaccionar. En este caso, ni siquiera me escandaliza, me desagrada.
Anomalisa me parece una obra que no es fallida porque tiene muy claro lo que quiere, otra cosa es que yo coincida con ese objetivo.
Cualquiera que haya leído otras entradas de este blog sabe que no es un problema de conservadurismo ( tampoco pasaría nada ), pero hay que ser un genio para que el feismo tenga sentido.
Aquí es exterior e interior.
Lo dicho, he dudado si escribir sobre esta película. Por regla general no me gusta ser tan negativo y, además , espero olvidarla pronto. Pero bueno, a fin de cuentas, también es una película.
Esta vez estoy mucho más cerca del público ( que la eliminó de las carteleras en apenas una semana ), que de la mayoría de la crítica ( que la ensalzó como obra maestra).
Anomalisa es una de esas obras , repito, hechas para epatar, pero dudo mucho de que llegue a ser permanente.
Kaufman es uno de esos autores que siempre intentan ser diferentes , a veces lo consigue y otras no. Habría que ver si es capaz de contarnos una historia desde el punto de vista clásico, es decir , transmitiendo emoción sin necesidad de artificios. Los grandes , como John Ford, no necesitaban más.

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