NOVELA: LA NOCHE DE LOS NIÑOS de Toni Morrison

Lumen
190 páginas

Creo haber leído todo lo que Toni Morrison ha publicado. La considero una de las grandes autoras de los últimos tiempos. Comparto y admiro su compromiso con la lucha por la igualdad y la justicia y su visión sin excusas del mundo que le rodea. Su catálogo me parece un recuento histórico inolvidable de la vida de la comunidad negra en los Estados Unidos.
Cuando le concedieron el Nobel fue una alegría absoluta.
Su dibujo no me parece lejano al de García Márquez. Es capaz de buscar las raíces y extenderlas como un manto sobre la humanidad.
Su entorno es un pasado que se compone de realidades y leyendas o un presente que parece pasado.
Desde ya digo que me desconcierta esta su última novela.
En su inicio, el de esa niña que nace con un color tan oscuro que es incluso rechazada por su propia gente, me recuerda a Sula, una de sus primeras narraciones.
La historia hasta conseguir convertirse en una reina admirada por blancos y negros, podría estar cercana a los cuentos crueles que tantas veces nos ha regalado. Ese camino, sólo atisbado, es el que más me interesa y el que presiento plagado de su magia densa y voraz.
Sin embargo, percibo cierta disgresión en un desarrollo que también habla de los abusos que muchos niños sufren en su infancia y de las heridas que tardan en cerrarse. De la injusticia de algunas sentencias y de si alguna vez puede corregirse el pasado, del arribismo social.
No tengo claro si no consigo ver a Morrison en un entorno tan actual o si hay demasiadas líneas abiertas.
Es imposible que en una obra suya no haya mucho que admirar ( en especial cuando habla de lo que le resulta más cercano o en esas páginas de un romanticismo sexual y extremo que parecen empapadas en su tinta ), pero no alcanzo a considerarla una pieza redonda.
Y lo siento, porque repito, mi admiración por su autora es personal y absoluta.

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