NOVELA: LA CANCIÓN DE LAS SOMBRAS de John Connolly

Alfaguara
448 páginas
También disponible en ebook.

El acercamiento de Connolly al género negro, en la saga del detective Charlie Parker, tiene una dimensión singular.
Y es que en esta colección de novelas, el verdadero protagonismo está en el Mal, con mayúsculas, o mejor dicho, en el Mal y la lucha del Bien por imponerse.
Pero tampoco el Bien de Connolly entra dentro de lo habitual. Su definición se vincula a una justicia atávica, plegada a los dioses del Antiguo Testamento, aquellos que reclamaban sangre como penitencia por los pecados cometidos.
Su subtrama, esa que envuelve al personaje principal y a sus familiares más cercanos, es por lo tanto más que una historia de fantasmas. Creaciones como El Coleccionista le da un pátina que lleva a navegar la novela de terror con la metafísica.
En lo que se refiere a la mera peripecia narrativa, es difícil encajar tramas tan complejas , con un conjunto de actores tan singulares como los incomparables Louis y Ángel o los que va incorporando en cada nueva novela. En especial, hay que recordar que creo que fue Hitchcock quien dijo que una historia de intriga valía lo que valían los antagonistas, en este sentido, Connolly es un maestro y , en La Canción de las Sombras , es difícil no temblar ante la entidad de los asesinos. El Mal tiene en esta historia ( como en todas las de su autor ) un carácter casi mitológico, y con ello, sus mensajeros se convierten casi en una colección de furias con una fuerza arrolladora.
De nuevo el entorno es un pequeño pueblo, una ciudad rural y tranquila de las que abundan en Estados Unidos. Pero la oscuridad puede llegar a cualquier lugar del planeta, y no tardará en aparecer en Boreas, de nuevo como una epidemia contagiosa a la que hay que detener para que el volumen de muertos no alcance límites de plaga.
El Mal siempre llega del pasado, un germen dormido que despierta para atacar de nuevo a la humanidad , extrayendo sus principales miserias para elevarlas a categoría asesina.
Charlie Parker, ese hombre que parece atraer las sombras a su alrededor. aquí más cansado, casi en un principio podría decirse que derrotado, se ve de nuevo convertido en pilar de la justicia. Aunque esto se convierta casi siempre en algo tan terrible como la venganza. Y es que el Bien puro no parece existir, quizás sea difícil, imposible, cuando hay que estar preparado para afrontar las grandes batallas.
Connolly es adictivo.
Para mi único. Una vez más.

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