CINE: PERSONAL SHOPPER de Olivier Assayas

Francia 2016
Kristen Stewart

Las películas de Olivier Assayas no pueden analizarse por partes.
Desde la irrepetible Viaje a Sils Maria, comprendí que el caudal de sentimientos y sensaciones que generan sus historias y su forma de narrarlas, hay que percibirlas como una experiencia , como un regalo, dejándoles el espacio y el tiempo que el director se toma para contarlas, siempre sin prisa. ( me encantan sus epílogos, esos finales a los que dedica todo menos prisa ).
Diferentes pero con rasgos comunes, todas ellas transmiten elegancia y una mirada serena, así como el uso perfecto de la música, muy limitado siempre a lo necesario.
Supongo que no es muy adecuado hacer un comentario como este sin explicarlo , puede resultar pedante, pero no sé porqué, a mi Assayas me parece la mirada contemporánea, esa que parece que hemos perdido eliminándole la reflexión necesaria en aras de la acción. Pero una mirada contemporánea de carácter clásico ( creo que lo he complicado más todavía, pedante no, lo siguiente... ).
También comparten  sus películas la subversión de los géneros pero sin la violencia del rupturismo ( en el cine de Assayas nunca hay violencia y cuando, como en Personal Shopper, tiene que aparecer, lo hace en la distancia ).
En Las horas del día era el melodrama familiar. En Viaje a Sils Maria, la decadencia de una estrella frente a la llegada de la juventud. Ahora en Personal Shopper nada menos que el cine de fantasmas.
Todo comienza en una vieja mansión, referentes habituales como una noche a la búsqueda de una presencia. A partir de ahí, vamos conociendo la peripecia de su protagonista, muchacha enclavada en lo mundano de un trabajo absurdo y con características de médium, a la búsqueda de una señal de su hermano fallecido. Lo más espiritual y lo más material en contraste.
Al margen del uso inteligente de las nuevas tecnologías y que con ello se contribuya a que toda la cinta tenga un extraño tono metálico, Assayas no podía ser convencional, por mucho que sí utilice elementos habituales del género como la casona ya citada o la aparición del espíritu.
De ahí que desarrollo su historia de fantasmas en unos escenarios donde nadie parece tener demasiado cuerpo, incluso la jefa de la protagonista es poco más que una presencia cruel y caprichosa que parece situada más allá del universo.
En esta inteligente y atractiva trama, cruza realmente un único personaje, el que crea Kristen Stewart a quien el director había otorgado ya su mejor papel en su cinta anterior con Juliette Binoche. su mirada resume el desconcierto y la duda, que puede ser la del ser humano contemporáneo ante la comprobación de que las cosas no han cambiado tanto, que el mundo sigue siendo un lugar inaprensible que esconde realidades que tal vez nunca alcancemos a conocer.
Pero Assayas nos ayuda a sentirla.
Y nos invita, como siempre, a abrir los ojos.

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