SERIE TV: CHARITE deSonke Wortmann

Alemania 2017
Alicia Von Rittberg. Maximilian Meyer- Bretschneider. Justus Von Dohnanyi. Matthias Koeberlin. Ernst Stotzner. Matthias Brenner. Thomas Loibl. Emilia Schule. Ramona Kunze- Libnow. Tanja Schleiff. Monika Oschek. Daniel Straber. Klara Deutschmann. Rosa Enskat. Runa Greiner. Christoph Bach. Lucas Prisor. Yusuke Yamaski. Sebastian Kowski. Vaclav Chalupa. Stella Hilb. Holger Kunkel. Christian Kerepeszki. Dagmar Sachse. Amy Mubul. Claudia Vasekova. Roland Wolf
Duración.-
6 capítulos
50 minutos c.u.

Berlín, Siglo XIX.
Charité es una clínica que combina la acogida de enfermos con la investigación y la enseñanza. En un tiempo donde la curiosidad y el ansia de superación del ser humano llevó a convivir entre sus paredes a nada menos que tres futuros Premios Nobel. Quizás el objetivo que se perseguía en esos logros no fuese del todo el esperado, exento de altruismo frente a la necesidad de buscar escaleras con las que subir en una rígida estructura social. En cualquier caso, una  impresionante riqueza de conocimiento y un lugar a recordar.
Todo ello, sin olvidar ni suavizar la miseria de la época fuera de las clases pudientes, las inhumanas condiciones laborales, la falta de consideración a la mujer y la xenofobia. No podía desembocar más que en el nazismo que claramente asoma en los últimos capítulos.
Son varias las historias que se tejen alrededor de la columna vertebral, la historia de Ida Lenze, una muchacha que por su condición, termina accidentalmente como enfermera en el centro y que se rebelará contra los límites que le imponen. A la vera de su narración, ocurren, como he dicho antes, un gran número de historias paralelas, unas más densas, otras más breves, pero todas ellas contribuyen a crear un microcosmos humano apasionante, tan apasionante como la propia época que relata, no en vano prólogo de acontecimientos que cambiaron totalmente Europa.
La serie ha ido un éxito con nivel de acontecimiento en Alemania y no me extraña.
La producción es impresionante en todos y cada uno de sus detalles.
Está fantásticamente escrita y muy bien dirigida e interpretada.
Pero sobre todo, una de las razones que creo la han convertido en tan popular en su país, es su capacidad para enfrentarse con su historia, sin paliativos, sin complejos, asumiendo sus propios pecados pero sin necesidad de un perdón constante.
Somos fruto de lo que fuimos. Y hay pueblos que lo entienden mejor.

Público

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