NOVELA: LA SUSTANCIA DEL MAL de Luca D'Andrea

Alfaguara
475 páginas
También disponible en ebook

Dentro de la avalancha de novela negra que desde hace unos años asalta las librerías ( y que está consiguiendo sin duda ampliar el número de lectores, como ocurrió no hace mucho con la novela histórica ), es necesario separar el polvo de paja.
Entre los reconocidos por crítica y público, personalmente tengo problemas con algunos como Jo Nesbo o Joel Dicker. Creo que sin duda son trabajadores entregados e inteligentes. Construyen novelas muy elaboradas y sin duda fruto de gran dedicación. Pero personalmente las veo más como artefactos que como novelas. Configuran estructuras tan complejas ( y alabadas ) que creo que se convierten en su razón de ser y terminan ahogando la humanidad que es lo que, a mi entender, hace grande el género.
La sustancia del mal es la primera novela de su autor en este ámbito y se ha convertido en un inmediato best seller. No es raro. Tiene condiciones para ello.
La trama se enmarca en un paraje aislado en Los Alpes. Un lugar remoto con mucho pasado y una comunidad cerrada, capaz de protegerse frente a la intromisión exterior y de proteger sus secretos.
Porque siempre hay secretos del pasado. Y muchas heridas sin cerrar que han ido supurando en el interior y que alimentan odios mucho más peligrosos que aquellos que estallan.
En este caso, ese secreto está relacionado con un crimen múltiple ocurrido treinta años antes de forma atroz. Un suceso al que el protagonista y narrador se enfrenta tras sufrir un accidente trágico y traumático en la montaña.
El autor alcanza altas cuotas de maestría en el desarrollo de la trama, tanto en los aspectos íntimos como en los policiacos. También realiza un muy buen trabajo en dotar al entorno de una personalidad casi mitológica.
La novela engancha durante todo su desarrollo.
Sin embargo, es al final donde se me pierde un poco y esto está relacionado con lo que decía al principio.
El autor crea una sólida estructura en la que encaja todas las piezas, pero, como siempre me ocurre en estos casos, siento que hay piezas de más, y que se alarga en capítulos que por no necesarios, llegan a resultar poco creíbles. A mi entender, lo que parece querer dar una dimensión mayor al conjunto, termina entorpeciendo su agilidad, algo que, hasta ese momento, había funcionado muy bien.
Al margen de esto, La sustancia del mal está por encima de la media, es muy entretenida y una muy buena lectura de verano.
Quizás se pueda apuntar que es la primera obra de su autor y por supuesto, si sigue por esta senda, apunta excelentes maneras.
En cualquier caso repito, es personal, la mayoría de los lectores han encumbrado a Nesbo, Dicker y ahora a D'Andrea a las listas de libros más vendidos.
Manías mías.

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