CINE: EL AUTOR de Manuel Martín Cuenca

España 2017.-
Javier Gutierrez. Antonio de la Torre. Adelfa Calvo. María León. Adriana Paz. Tenoch Huerta. Rafael Téllez. Craig Stevenson. Miguel Angel Luque. Carmelo Muñoz Adame. Domi del Postigo

Manuel Martín Cuenca es un cineasta que me interesa mucho.
Me alegra que con esta película parezca acceder a más público del habitual. Su nivel habitual de riesgo, lo hacía ser minoritario desde el primer planteamiento de sus historias. Las últimas, un Canibal narrado como si fuese una pintura de Antonio López y un incesto recordando a Antonioni ( La mitad de Oscar ).
Dos cintas, por otro lado, donde los personajes principales eran seres tocados por la aberración, por la ruptura.
No sé si esas propuestas anteriores eran guiones originales o estaban basados en material previo.
En el caso que nos ocupa, parte al parecer de un relato breve de Javier Cercas.
He hablado varias veces de este escritor, aficionado a la metaliteratura , magnético en su capacidad de introducir historias en historias, irónico.
Pues bien, la combinación entre ambos da como resultado una película, sin duda extraña pero mucho más asequible que lo que hasta ahora habíamos visto de su autor.
Alvaro es un hombre obsesionado con ser escritor. Tal vez este deseo tenga algo que ver con el éxito literario de su mujer. El caso es que se ha convertido en un reto personal y para alcanzarlo estará dispuesto a la manipulación, no ya para captar la realidad de sus vecinos convirtiéndolos en personajes sino también para influir en su desarrollo sin ningún tipo de escrúpulo moral sobre el resultado.
Lo que ocurre a partir de ahí sería terreno de spoiler.
Lo que convierte a El autor en una película más abierta que, por ejemplo, Canibal, es que a pesar de su compleja estructura deja respirar y es entretenida y divertida, dos adjetivos, sobre todo el segundo, nuevos para su director.
Y esto a pesar de que su protagonista, otra aberración, es mucho más negativo que los de sus películas anteriores, incapaz de producir ningún gramo de empatía. Su parte oscura no viene, como en los otros casos, de una tara. Aquí es sólo su egoismo y una mediocre ambición que sabemos que nunca llevará a nada.
El autor tiene mucho de juego intelectual, de ejercicio inteligente y, sobre todo, de narración.Pero por encima de todo es cine, con una caligrafía visual excelente capaz de crear momentos de gran tensión.
Una sorpresa sin duda.
Una muy buena sorpresa en que el cine español hace un ejercicio genuino, alejado de cualquier referencia o copia, no encasillable. Propio.
Y, sobre todo, muy conseguido.
Muy buen cine que tiene mucho que ver con la capacidad de contar de su creador pero también, fundamentalmente, del material de referencia.

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